Bueno, pues enlazo las fotos de la última excursión por Granada con un par de cuando estuve en Valencia y en Sevilla.
Qué deciros de lo que se siente cuando el olor a pólvora invade tu pituitaria, de cuando notas que el tímpano y el corazón está a punto de explotar por la cantidad de petardos que tiran por las calles a todas horas y de cuando las pupilas se te llenan de colores bailando en el cielo. Indescriptible, si soy sincera, no sabría decantarme por una valoración final, sólo decir que ví mi vida pasar como si de una película de super 8 se tratase cuando estuvimos oyendo en primera fila la mascletá. Respecto a las fallas...impresionante, la ganadora medía 30 metros de altura y evocaba el mundo de los cuentos infantiles, de veras preciosa. Una pena que no tenga a mano ninguna foto que lo corrobore. La única foto que puedo colgar es esta de grupo, a sabiendas de que falta parte del cónclave. Prometo enseñaros alguna que otra foto de las fallas, pero eso será cuando me las pasen, es decir, que puede ser que acabe este blog algún día y todavía esteis a la espera je,je,je.
Esta otra es en la Plaza de España de Sevilla, con Miriam y Noe. Ya íbamos avisadas del desparpajo sevillano, pero de lo qe nadie nos avisó es de que nos pararían por la calle para dar ánimos vía telefónica a un tio depresivo, ni de que un simpático dependiente de camisetas de "Ozú que caló" nos tendría aprox. una hora dándonos nombres de sitios para visitar con su correspondiente circulito negro en el mapa, ni de que la gente sin ser preguntada nos indicaría la ruta de la última procesión de Semana Santa. Pero sobretodo, de lo que no nos informaron fue de los precios de las "tapas", ¡menudo timo!.
Creo que por el momento se acabaron las vacas gordas, a la espera de las siguientes ;)