sábado, 17 de enero de 2009

¡¡¡HAY ALGO DE CAMPO EN LA CASA DE CAMPO!!!

¡Pues al final va a resultar verdad que en Madrid se esconden rincones en donde, por unos escasos minutos, dejas de ver edificios y coches!!
Esta mañana me animé y para dar solución al bajón anímico y físico que estaba sufriendo desde la última vez que le di a los pedales, de eso ya hace... uff... ¡¡¡5 meses!!! le di un toque a mi nuevo fichaje, Carlos, y me uní con él a que se nos cayese el moco.
Tengo que reconocer que a la primera cuestecilla mis piernas empezaron a decirme que nanai, las he acostumbrado a la buena vida y ahora no me duran ni dos respiros. Una cagada, porque eso me ha hecho ser más consciente de lo que he perdido, snif, snif...Pero bueno, será cuestión de hacerlas trabajar más a menudo.

Fuimos por un camino sencillito, elegido por mi compi, quién como veis es un ciclista en toda regla, con su surtidor de agua, fiel a su casco, que incluso llega a olvidar que lo lleva puesto, y por lo visto se ha llegado a encontrar en situaciones de lo más cómicas, en plan...queda con sus colegas, se monta es sus coches y el chiquillo con su casco incrustado y su cinturón de seguridad; y claro, los otros mirándole de reojo pensando que el pobre debe sufrir alguna fobia rara a la carretera ;)

Con tal biker-man a mi lado ando fina y segura, aunque eso no me exime de caerme a lo tonto me lo bailo. Ya sabeis... en una bajada me da por ponerme delante y guiar durante un minuto la marcha, me da el venazo de "mini" atajar en una curva, y zzzassss.... resbalón!!, y la Lauris cayendo al suelo por fases a cámara lenta como si me faltasen dos veranos. Juas,juas,juas, cada vez que intento visualizarlo me parto de risa, lo que no entiendo es cómo Carlos no se despolló ¿?¿?.

A pesar de esa situación de Mr. Bean (que no me importó, je,je,je, porque no me hice nada, me rebozé un poco en el suelo y ahora me sirve como si me estuviesen dando al repeat de un chiste del Tricicle ji,ji,ji), me encantó que se me metiese el barro por la nariz, verte como amenazaste a aquel hombre dicéndole que matarías a su perro de dos patadas si no se estaba quietecito, y de cogerte la mano para poder salir de ese barrizal que no me dejaba caminar. Sé que conmigo no puedes entrenar a fondo, pero si quieres lo que hacemos la próxima vez es potenciar el que me empujes en las cuestas mientras yo me tomo un granizado de limón, ¡¡así harás más biceps, gemelos y abdominales!!.

Bueno, ya sólo me queda invitar a Deivid a que se nos una, ya que Carlos ha pasado la prueba más que de sobra ;). Además, así también te puede empujar (uysss... tendrías las dos manos ocupadas, eso sí que es un super reto, ehh!!). Lo malo es que creo que así me va a dar boleto enseguida. Ya tanteamos la situación... :).