domingo, 31 de agosto de 2008

RUTA RIVAS VACIAMADRID- S.MARTÍN de la VEGA

Como ya he adelantado, el otro día madrugué para hacer una rutilla en bici. Ésta vez no me fui sola, sino que lié a un amigo (no voy a decir nombres para no desprestigiar je,je,je) y nos fuimos para el metro de Rivas Vaciamadrid. Una vez allí pusimos las bicis a punto, rebasamos las A-3 dirección Valencia y tomamos el primer camino asfaltado que aparece a la izquierda tras la curva (indicación de "Viveros Ángel"). Continuamos por el asfalto hasta que se acabó al llegar a una escuela Nacional de Protección Civil, una vez ahí giramos a la izquierda para rodearnos por la izquierda del río Jarama y por la derecha de los cantiles de La Marañosa. Una vez ubicados, todo el trayecto fue recto hasta llegar a la presa del Rey. LLegados a este punto tomanos el camino que va en paralelo al río por su izquierda, y continuamos de nuevo todo tieso.

La foto no es buena, pero es para que os hagais una idea de cómo es la zona.

La ruta carece de complicación, el suelo es liso sin presencia de desniveles. El único punto más enrevesado es justo donde está tomada esta última foto, justo antes de llegar a la presa, en donde hace muchos años hubo un derrumbe de piedras el cual hay que salvar con la bici a hombros. Pasada la presa, serán los campos de maiz y de girasoles los que nos acompañarán a lo largo de toda la trayectoria.

Mi intención era llegar hasta Ciempozuelos (30 km), pero mis pretenciones se vieron truncadas cuando vi que mi compañero empezó a flaquear (demasiados km para la primera vez), a pesar de racionalizarle el consumo de agua, acabó idealizando el momento de tener delante suyo una buena fanta. Luego se sumó el hecho de que pinché la rueda trasera y al poco la delantera. Por lo que al final decidimos llegar hasta San Martín de la Vega (22km, de los cuales 5 hicimos a pie), comer y ver la forma de retornar al coche puesto que desconocíamos si a ese pueblo llegaba el tren. Tuvimos suerte.

Cuando por fin llenamos el buche en San Martín nos dimos cuenta de que ¡no era la única que había pinchado!, mi compi también!. Con resignación y muertos de la risa, fuimos a la parada del tren, donde aprovecho a quejarme y decir que los pobres aldeanos han de andar muchísimo y atravesar zonas que veo peligrosas para ir solo y a última hora del día. Una vez allí nos llevamos la sorpresa fue que teníamos que esperar 5o minutazos para el siguiente tren. Aprovechamos para echar una cabezadita. Ya montados fuimos a Pinto, Pinto-Atocha, Atocha-Puerta de Arganda y de P.Arganda-Rivas.

Al final resultó ser un día de lo más productivo, divertido y peculiar. Ya tengo ganas de arreglar la bici y cogerla de nuevo, cosa que no tengo tan segura por parte de mi amigo, con quien acabo de hablar y me ha dicho que no se siente el trasero y que cree tener una rotura de ligamentos en los gemelos, ya que no puede apoyar el pie derecho de los dolores que tiene.

Espero que sólo sean unas agujetas quisquillosas y te animes para la siguiente, la cual prometo no será muy larga.

1º FASE DE READAPTACIÓN

Debido a una serie de cambios bruscos en cuanto a ubicación personal se refiere, me he visto con la necesidad de hacer una serie de actividades tonificantes a la vez que motivantes para volver a ver las cosas de color de rosa.

1º Ejercicio: Hora y media de baños árabes. Masajes relajantes e inmersión en distintas aguas con el fin de conseguir un shock térmico que activase mis carnes. Objetivo conseguido.

2º Ejercicio: Una vez alcanzado el equilibrio entre mente y cuerpo, paseo por las entrañas de la ciudad para darme cuenta de la belleza de sus calles y ver lo positivo de poder volver a tenerlas cerca. Objetivo medianamente conseguido.

3º Ejercicio: Realización de una ruta en MTB para volver a sentir la sensación de aislamiento urbano e insignificancia. Objetivo conseguido.

(Fotos tomadas de internet)

domingo, 24 de agosto de 2008

AÑORANZA (I)

miércoles, 20 de agosto de 2008

VISITANDO PALMA

Durante estas tres semanas en la isla, teníamos los lunes libres, de modo que los empleé en conocer la capital y un poco los alrededores (Valdemossa, Deiá y Sóller).
Ciudad acogedora y llena de luz.

















Rinconcito al lado de la catedral / Capilla de M. Barceló
Baños árabes



















Interior del claustro de la catedral

Plaza del Ayuntamiento

lunes, 18 de agosto de 2008

VERANO ENTRE PAPARRAS

De nuevo de regreso a casa. Vuelvo a sentir este ambiente seco, polución y bullicio en cada esquina. Mi estancia en Portocolom ha sido estupenda. Una muy buena experiencia que me ha servido para tener más claro aún que quiero enfocar mis espectativas al mundo de la arqueología.
Me ha tocado dormir en un colegio sobre una colchoneta compartiendo aula con 7 personas más, duchándome con 25 tías, comiendo en un hotel con un menú de lo más predecible y trabajando con gente majísima embadurnada de arena hasta las cejas. Vamos, más contenta que unas castañuelas.
Aquí va una panorámica del yacimiento. Lo que se ve en la parte izquierda es una de las navetas de la zona, la cual estuvimos retaurando Magadalena y yo durante las tres semanas de la campaña. Lo que se estuvo excavando fue la explanada de al lado, donde se supone había presencia de ganado.

Cada mañana nos levantábamos a las 6 am y tal y cómo salíamos de la cama nos poníamos nuetras ropas de gala y nos íbamos al yacimiento.
La primera semana el calor era agobiante, que junto con la humedad hacía que sudases hasta por el lóbulo de la oreja. El curro se ameneizaba con la presencia de garrapatas, las cuales danzaban por la tierra esperando agarrarse a una pierna jugosa. Por suerte no hubo ningún caso serio de ataque paparril (paparra = garrapata en mayorquín), y poco a poco el sol fue rebajando sus rayos y las nubes tomaron protagonismo, menos mal...

A pesar del cansancio acumulado tras días y noches de incesante actividad, siempre había tiempo para unas buenas risas.

Os pongo un link del diario de mallorca quienes vinieron un día a hacernos un reportajillo: http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008080300_16_381700__Cultura-Closos-pionero-excavar-fuera-naveta


Como último dato, diré que de forma inesperada conocí a un arqueólogo recién salido del horno que hizo que mi tercera semana en la isla se convirtiese en el último capítulo de un año estupendo. Una pena que el final llegase tan pronto, de todos modos, gracias.