La foto no es buena, pero es para que os hagais una idea de cómo es la zona.
La ruta carece de complicación, el suelo es liso sin presencia de desniveles. El único punto más enrevesado es justo donde está tomada esta última foto, justo antes de llegar a la presa, en donde hace muchos años hubo un derrumbe de piedras el cual hay que salvar con la bici a hombros. Pasada la presa, serán los campos de maiz y de girasoles los que nos acompañarán a lo largo de toda la trayectoria.
Mi intención era llegar hasta Ciempozuelos (30 km), pero mis pretenciones se vieron truncadas cuando vi que mi compañero empezó a flaquear (demasiados km para la primera vez), a pesar de racionalizarle el consumo de agua, acabó idealizando el momento de tener delante suyo una buena fanta. Luego se sumó el hecho de que pinché la rueda trasera y al poco la delantera. Por lo que al final decidimos llegar hasta San Martín de la Vega (22km, de los cuales 5 hicimos a pie), comer y ver la forma de retornar al coche puesto que desconocíamos si a ese pueblo llegaba el tren. Tuvimos suerte.
Cuando por fin llenamos el buche en San Martín nos dimos cuenta de que ¡no era la única que había pinchado!, mi compi también!. Con resignación y muertos de la risa, fuimos a la parada del tren, donde aprovecho a quejarme y decir que los pobres aldeanos han de andar muchísimo y atravesar zonas que veo peligrosas para ir solo y a última hora del día. Una vez allí nos llevamos la sorpresa fue que teníamos que esperar 5o minutazos para el siguiente tren. Aprovechamos para echar una cabezadita. Ya montados fuimos a Pinto, Pinto-Atocha, Atocha-Puerta de Arganda y de P.Arganda-Rivas.
Al final resultó ser un día de lo más productivo, divertido y peculiar. Ya tengo ganas de arreglar la bici y cogerla de nuevo, cosa que no tengo tan segura por parte de mi amigo, con quien acabo de hablar y me ha dicho que no se siente el trasero y que cree tener una rotura de ligamentos en los gemelos, ya que no puede apoyar el pie derecho de los dolores que tiene.
Espero que sólo sean unas agujetas quisquillosas y te animes para la siguiente, la cual prometo no será muy larga.