Solana solanera

Como ya estareis al tanto, me encuentro trabajando en un pequeño pueblecito de la provincia de Ávila. Se llama Solana de Rioalmar y ya se ha convertido en un trozito de mí. Llevo viviendo allí un més y medio en una casita al lado de la iglesia, donde pasamos la mayor parte del día restaurando dos retablos laterales barrocos.
La foto de la izquierda es nuestro lugar de trabajo (quien me lo diría a mí ejem, ejem). Somos unas afortunadas, ya que su interior es donde hace más fresquito en todo el pueblo. Las gentes del lugar siempre suelen decirnos: "estareis libres de pecados!!!", "que os lo page dios!!!!".

Tenemos muchos inquilinos que nos hacen compañía mientras nos dejamos la vista y la espalda en el trabajo. Mi preferido es la señora cigueña, que por razones desconocidas lleva una semana sin aprecer por su casa. Por las mañanas era ella quien me alegraba el desayuno con su chascarillo de pico (no recuerdo como se llamaba ese sonido: ¿coar?). También hay un montón de murciélagos escondidos por las oscuridades del artesonado. Sabemos de su presencia por su incontinencia urinaria je,je y porque nos llenan las piezas de sus caquitas chiquititas alargadas. Por supuesto que no falte mencionar a las moscas, infatigables en sus zumbidos, arañas de todos los tamaños, mosquitos y demás insectos y roedores que se nos escapan a muestras miradas.

Esta es la plaza del pueblo, lo del centro es una supuesta fuente, jubilada, para no desentonar con lo que le rodea.
¡¡Que no falte el tractor!! Solana vive del campo, allí ver tractores de todos los tamaños y colores es como ver papeles en el suelo en Madrid.

Los atardeceres allí son de ensueño. El pueblo se encuentra a la falda de lo que llaman "el Cogote", la pequeña cima que se ve en la foto.

En primera fila tenemos la casa de mis amigos Mercedes y Cecilio, una simpática pareja de 71 y 77 años respectivamente. Son nuestros vecinos de enfrente. Ya os los presentaré otro día. Llevan viviendo en Solana toda la vida y poseen un precioso huerto en la parte alta del pueblo (nosotras vivimos en la parte baja). En él cultivan gran cantidad de hortalizas y bellas flores que cortan y llevan a los pies de la virgen de los Remedios con gran devoción y cariño.

Bueno, esta ha sido una pequeña introducción a mi nuevo mundo. Éste da mucho en que pensar y reflexionar, de manera que me voy a echar una siestecita y dejar que mis neuronas divaguen tranquilamente. Cierro este primer artículo de mi nuevo blog con una foto donde salgo restaurando una pieza desmontada.