miércoles, 26 de septiembre de 2007

MEMORIA FOTOFRÁGICA

El otro día, como algunos ya sabéis, tuve la rueda de reconocimiento del kako aquel que se llevó todas mis queridas pertenencias sin darme ni las gracias.
Cómo resumiros aquella mañana en los juzgados.... pues después de tirarme esperando una hora y media a que llegase el pollo, como si del príncipe de Asturias se tratase (manda narices, en vez de ser al revés), y luego enterarme de que si quiero un abogado de oficio he de solicitarlo (lo que significa paseos, colas y demás)... pues como sospechareis... acabé con una cara como la de la duquesa de Alba. ¡¡¡Pero cuidado!!! que puedo pedir uno porque no tengo "recursos", es decir, porque soy estudiante y no tengo ni un pavo, que si no me tendría que pagar uno. En este caso, el fiscal actúa como mi abogado, pero ahora, en casos donde no esté tan claro el resultado y sea necesario una investigación de por medio... ¿qué? Mientras que al kinki se le asigna uno de forma obligatoria, al atacado le siguen dando por culillo. ¡¡¡QUE DIVER!!! ¡¡¡ME ENCANTA NUESTRO SISTEMA JUDICIAL!!! ¡¡SE ME VA A QUEDAR EL TRASERO MÁS ROJO QUE EL CULO DE UN MANDRIL!!!
Pues nada, cuando por fin bajamos a la sala, lo identifiqué nada más entrar. La gente que estaba conmigo se quedó un poco perpleja por la rapidez y seguridad. De modo que firmé y ahora estoy a la espera del juicio.

Como podéis suponer, los viajes de Granada a aquí cuando se celebre el juicio corren a cargo de mi bolsillo sin fondo. La clasificación que me dan de gente sin "recursos" ya no se aplica. Curioso e incongruente a la vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ánimo!!!!. Un besito.
Nano